Oración a Santa Beatriz
A ti que fundaste la Orden de la Inmaculada Concepción,
para el servicio al Altísimo y para
honrar el misterio de la Concepción Inmaculada de María;
A ti que fundaste la Orden de la Inmaculada Concepción,
para el servicio al Altísimo y para
honrar el misterio de la Concepción Inmaculada de María;
Lectura del Evangelio según San Lucas (Lc 23,46)
Y Jesús, clamando con voz potente, dijo: «Padre, a tus manos encomiendo mi espíritu». Y, dicho esto, expiró.
Lectura de la segunda carta del apóstol San Pablo a los Corintios (2 Cor 5, 14-15)
Nos apremia el amor de Cristo, al considerar que, si uno murió por todos, todos murieron. Y Cristo murió por todos, para que los que viven, ya no vivan para sí, sino para el que murió y resucitó por ellos.
Lectura del libro de los Salmos (Sal 27,8-9)
Oigo en mi corazón: «Buscad mi rostro». Tu rostro buscaré, Señor. No me escondas tu rostro. No rechaces con ira a tu siervo, que tú eres mi auxilio; no me deseches, no me abandones, Dios de mi salvación.
Lectura del Evangelio según San Juan (Jn 19,39-40)
Llegó también Nicodemo, el que había ido a verlo de noche, y trajo unas cien libras de una mixtura de mirra y áloe. Tomaron el cuerpo de Jesús y lo envolvieron en los lienzos con los aromas, según se acostumbra a enterrar entre los judíos.
Lectura del Evangelio según San Juan (Jn 19, 16a.19)
Entonces se lo entregó para que lo crucificaran. Y Pilato escribió un letrero y lo puso encima de la cruz; en él estaba escrito: «Jesús, el Nazareno, el rey de los judíos».
Lectura del Evangelio según San Lucas (LC 23, 27-28)
Lo seguía un gran gentío del pueblo, y de mujeres que se golpeaban el pecho y lanzaban lamentos por él. Jesús se volvió hacia ellas y les dijo: «Hijas de Jerusalén, no lloréis por mí, llorad por vosotras y por vuestros hijos».
Lectura del Evangelio según San Lucas (Lc 23, 26)
Mientras lo conducían, echaron mano de un cierto Simón de Cirene, que volvía del campo, y le cargaron la cruz, para que la llevase detrás de Jesús.
Lectura del Evangelio según San Juan (Jn 19,26-27ª)
Jesús, al ver a su madre y junto a ella al discípulo al que amaba, dijo a su madre: «Mujer, ahí tienes a tu hijo». Luego dijo al discípulo: «Ahí tienes a tu madre».
Lectura del libro de los Salmos (Sl 22, 19)
Se reparten mi ropa, echan a suerte mi túnica.
Lectura del libro de los Salmos (Sl 22, 8.12)
Al verme se burlan de mí, hacen visajes, menean la cabeza. Pero tú, Señor, no te quedes lejos, que el peligro está cerca y nadie me socorre.
Lectura del Evangelio según San Lucas (Lc2,34-35.51b)
Simeón los bendijo y dijo a María, su madre: «Éste ha sido puesto para que muchos en Israel caigan y se levanten; y será como un signo de contradicción, y a ti misma una espada te traspasará el alma, para que se pongan de manifiesto los pensamientos de muchos corazones». Su madre conservaba todo esto en su corazón.