GRUPO LECTURA CREYENTE DE LA BIBLIA EN NUESTROS MONASTERIOS
Desde hace 3 años en la diócesis de Cuenca, a través del Servicio Bíblico Diocesano, se han creado los Grupos de “Lectura creyente de la Biblia.” Nuestro convento acogió esta iniciativa y creamos nuestro grupo. Al principio pensamos hacerlo nosotras y una poco como parte de nuestra formación permanente, pero luego pensamos que sería mucho más rico si lo hacíamos conjuntamente con gente seglar.
Estos grupos no pueden ser muy numerosos, suelen ser de 12 a 14 miembros. Y en este tiempo trascurrido, la verdad es que está siendo una experiencia muy bonita. Se sigue el esquema de la Lectio Divina: se lee, se medita, se estudia, se comparte, y lo más importante, se ora y se intenta hacer vida la Palabra. Cada año se elige un libro de la Biblia para estudiar en 15 sesiones de una hora u hora y media.
El Grupo tiene un animador o animadora que lleva la reunión, hace de moderador, prepara el tema y ayuda a profundizar. Además hay un pequeño grupo de liturgia que se encarga de ambientar con moniciones, signos, cantos, etc. el tiempo de oración que hay al final de cada sesión. También es muy importante la secretaria, que es la que convoca las reuniones y da los distintos informes que puede haber dentro del grupo, y va comunicando noticias que pueden ser importantes para el grupo. Es la que hace de puente.
El primer año trabajamos el Evangelio de Marcos, y el tema central fue “buscar la identidad de Jesús“, y el “discipulado”; el segundo años vimos el libro de Los Hechos de los Apóstoles y el tema central era “El Espíritu, la Iglesia y la misión”; y este último año acabamos de terminar el Evangelio de San Juan bajo el título “el Amor entrañable del Padre”.
Además de lo que cada uno vivimos y aprendemos, lo más hermoso y rico es el intercambio de experiencias, que nos ayudan mutuamente. Nosotras desde nuestra vida consagrada podemos vivir ciertos temas de una manera distinta a los seglares, pero sus experiencias también nos ayudan muchísimo, es más, nos ha sorprendido la profundidad con la que han tocado ciertas temas, tanto que nos han enseñado e iluminado. Es la riqueza del compartir y lo mejor es comprobar cómo se van adentrando en la oración y son capaces de llevar el Evangelio a sus vidas. ¡Gracias, Señor, por todo!
El material con que trabajamos es de la Casa de la Biblia, lo tenéis a vuestro alcance, por si os animáis, para hacerlo en comunidad o con un grupo más amplio.
Hna. Margarita Patiño
Monasterio de Cuenca
