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DESDE LA ERECCIÓN CANÓNICA HASTA EL CONCILIO VATICANO II (1957-1969)
Asambleas federales
Según nuestros actuales Estatutos federales, la Asamblea es, sobre todo, una manifestación del Espíritu Santo (EE. FF 65), y su celebración debe ser un acontecimiento gozoso para todos los Monasterios de la Federación, (EE.FF 66) siendo los momentos claves que han ido marcando el ritmo de nuestra andadura como Federación. En este periodo de tiempo tiene lugar dos Asambleas Federales.
La primera Asamblea de la Federación se celebra en el Monasterio de Santa María del Socorro en agosto de 1957 y para su apertura, el día 8 de agosto, se cuenta con la presencia del Sr. Cardenal Arzobispo de Sevilla, D. José Mª Bueno Monreal. Durante el desarrollo de la misma se forman cuatro comisiones para tratar los siguientes temas: Casas de formación: para el postulantado, el noviciado y el juvenado, distribución del trabajo manual, cooperación económica entre los Monasterios y uniformidad de costumbres.
La elección de Presidenta tiene lugar el día 10 de agosto. Preside la elección el P. Asistente Fr. Francisco Solano Zuloaga. Es elegida para Madre Presidenta M. Consolación Caspe de la Comunidad de Villanueva de la Serena(Badajoz).
Concluido el Primer Capítulo Federal y, de acuerdo con EE.FF. 19, Madre Presidenta visita los Monasterios de la Federación, y de este modo conoce personalmente a todas las hermanas y las necesidades más inminentes de las comunidades. Terminadas dichas visitas, se decide convocar una Asamblea extraordinaria general para tratar asuntos de formación, informar sobre la marcha de la Federación y puntualizar mejor los acuerdos del Primer Capítulo Federal. Esta Asamblea se celebra del 13 al 16 de abril de 1959, en el Monasterio de Villanueva de la Serena. El principal acuerdo tomado en este Capítulo Extraordinario, es la aprobación de un reglamento para el Noviciado Común, y la fijación de tres fechas para la Toma de Hábito de las Novicias y de su ingreso en el Noviciado
El Segundo Capítulo Federal electivo se celebró puntualmente el 10 de agosto de 1963, en Villanueva de la Serena. En este Capítulo se trataron temas como: Vida común, Clausura y viajes, trabajo colectivo y en equipo
Resultó elegida Madre Presidenta, M. Beatriz Otaduy, abadesa de la Comunidad de Mérida. En el año 1967 renuncia, por motivos de salud, a su cargo de Asistente Religioso, el P. Francisco Solano Zuloaga. Y por Decreto del 20 de noviembre de 1967 es nombrado Asistente para la Federación Bética, el P. Luis Jurado Malpica O.F.M.
Formación
La formación inicial y el noviciado común, han preocupado a las Madres Presidentas y Consejeras desde el principio de nuestra Federación, por lo que ha sido asunto a tratar en prácticamente todas las reuniones y Asambleas. Ya en la primera reunión del Consejo celebrada en 1958 se habla de este tema y se determina iniciar el Noviciado federal. El 16 de abril de 1958 es la fecha señalada para su inauguración en el Monasterio de Villanueva de la Serena, y de la Toma de Hábito de las primeras novicias que pasaran por él. Para el oficio de Maestra, se nombra a Madre M0 Dolores de la Inmaculada Cantos, del Convento de Santa María, de Cádiz. Por motivos de salud, tuvo que presentar su renuncia en la Asamblea celebrada en 1959, y en su lugar fue nombrada Sor Mª Jesús León Serrano, quien hasta entonces había desempeñado el oficio de vicemaestra, recayendo éste en Sor Purísima Rubio, de la Comunidad de Villanueva de la Serena.
En la Asamblea extraordinaria de 1959, se elaboró un reglamento para el Noviciado. En esta primera etapa del Noviciado común que permaneció en Villanueva de la Serena se formaron 41 novicias.
En 1963 se traslada la sede del Noviciado común a la Comunidad de Mérida. El Consejo determina que el tiempo del Postulantado deberá durar nueve meses completos y se redactan y mandan a las comunidades unos directorios comunes para la formación en las primeras etapas de formación.
En la reunión del Consejo de mayo de 1965 aprueban el proyecto para las obras del nuevo Noviciado común. Fue concluido el 8 de septiembre de 1966. Se nombra Maestra de novicias a Madre M0 del Carmen Muñoz Calderón, y como auxiliar del noviciado a Madre Trinidad Cabrejas Otaduy, ambas de la Comunidad de Mérida.
Vida Fraterna
Según la SCh, el fin principal de las Federaciones de Monasterios es prestarse mutuamente fraternal ayuda no sólo para fomentar el espíritu religioso, y la regular disciplina monástica, sino para favorecer las cosas económicas (VIII & 8). También la Inter Preclarae XXII señala como fin y ventaja principal de la Federación esta ayuda.
En las distintas Asambleas y reuniones de los Consejos celebrados durante estos años que nos ocupan, se trató en numerosas ocasiones sobre la situación de varios Monasterios necesitados de personal. Es por medio de traslados, unas veces temporales y otros definitivos como se presta una muy valiosa ayuda entre las comunidades de la Federación, como es el caso en estos años de las Comunidades de Valencia del Ventoso, Hinojosa del Duque, Osuna, Sevilla y El Puerto de Santa María.
Las ayudas fraternas entre los Monasterios, también se concretizan en poder dar alojamiento dentro de las Comunidades de la Federación a hermanas de otros Monasterios en determinadas circunstancias, según un permiso concedido por la Sagrada Congregación de Religiosos el día 15 de marzo de 1958, a petición de las Presidentas de la O.I.C., de las M. Clarisas y Terciarias Regulares, de la Provincia Bética.
Uniformidad
El tema de la uniformidad de las costumbres entre los monasterios de la Federación es tratado en las primeras Asambleas federales y en los primeros Consejos: Uniformidad en la forma del hábito y uniformidad en los actos comunes. Tenía su razón de ser ya que las CC.GG vigentes, las de 1941, señalaban la uniformidad como engendradora de perfección.
Trabajo
Una de las medidas prácticas decretadas por la Sponsa Christi para la adaptación de la vida contemplativa a los nuevos tiempos, era la de dar mayor cabida al trabajo manual de las monjas, como medio normal de subsistencia para el Monasterio. Este tema, como tal, no nos supone una novedad, puesto que ya aparece bien definido en la Regla.
Las Comunidades de la Federación no tenían un trabajo determinado. Sí hacían pequeños trabajos esporádicos de bordados, costura, zurcido, incluso dulces artesanos en determinadas épocas del año, lavado de ropa; pero no como un trabajo remunerado establecido. Siguiendo las directrices de la SCh y de la IP, Madre Presidenta y el Consejo en sus distintas reuniones, fue exhortando a las monjas al trabajo manual. La Federación fue ayudando a las comunidades a encontrar la forma y la manera de organizar el trabajo tal y como nos pedía la Iglesia. La Federación a lo largo de su historia también ha llevado a cabo la promoción y el asesoramiento en los trabajos, facilitando muchas veces el aprendizaje y el perfeccionamiento de las distintas actividades entre las comunidades.
Vocaciones
El problema de las nuevas vocaciones religiosas para nuestros Monasterios, ha sido motivo de preocupación para la Federación como tal y para sus responsables directos. La oración por las vocaciones es una tarea fomentada desde los organismos federales en toda ocasión, pero también se llevan a cabo otras iniciativas como el "Prospecto de vocaciones" , un folleto ilustrado de propaganda con interesantes fotografías de los distintos aspectos de nuestra vida claustral de Concepcionistas con notas históricas de la Orden e indicaciones que pusieron en marcha en 1968 y que fue acogido muy bien por todas las comunidades; o la iniciativa del Consejo Apostólico en al Comunidad de Mérida, donde se preparó a monjas y profesorado para que un grupo de jóvenes pudieran estudiar hasta 4º de Bachiller y conocer a la par la vida contemplativa.